domingo, 15 de abril de 2012

Vivir = sonreír = felicidad

No he vivido nunca una gran aventura de la que poder conversar con alguien, no he logrado nunca una medalla de la que poder presumir, no he tenido actos inmemorables de los que poder sentirme orgulloso, casi nunca he sido capaz de levantarme solo sin la ayuda de alguien, no he salido nunca en la prensa o televisión, no he organizado nada conmemorativo que haga feliz a las personas que quiero, aun así, intento sonreír todos los días del año y ser feliz con las pequeñas cosas del día a día porque así es mi manera de intentar hacer felices a los de mi alrededor.

martes, 28 de febrero de 2012

Bajo las nubes negras

Bajo las nubes negras también hay luces, de las bombillas brillantes de las altas farolas de la calle de la alegría, que se van encendiendo una a una, y que la ultima y la mas bajita parpadea al ritmo de tu corazón, esperando no tener que apagarse nunca. =)

miércoles, 25 de enero de 2012

Buenas noches, buenos dias

Abre la puerta, no espera encontrar nada. Tiene falta de sueño, sube arrastrando los pies por las escaleras de caracol, mira la cama, como quien vuelve a ver su gran tesoro enterrado, abre las sabanas blancas, suaves, con olor a lavanda y se posa, lentamente en ella. El momento se hace eterno como la sonrisa de satisfacción que cuelga de sus labios de rojo intenso, un segundo le basta para transportarse a su pequeño mundo de colores, donde todo se vuelve perfecto, no quiere despertar nunca, allí se siente feliz.

Después de 8 horas durmiendo, suena el ruidoso despertador, se levanta, sabe que va a ser un día como todos, caóticos, pero nadie le quitara esa gran sonrisa, fruto de sus sueños, que no se perdieron y que algún día encontrara, al otro lado del espejo.

domingo, 1 de enero de 2012

Al tren de destino

“¿Por qué te marchas?” Esas fueron las últimas palabras que se oyeron, como un silbido, al cerrar la puerta de la blanca y sencilla casa. Fue lentamente por el jardín contemplando aquel agradable barrio donde había vivido durante 5 años. No quiso mirar atrás, sabía que más tarde iba a llevar en su mente un peso de dolor y abandono, pero quería hacerlo esperar, al menos unas horas más. Pidió un taxi que lo llevara a la estación, en él, el taxista le intento dar temas de conversación pero solo obtenía un silencio inquieto que lo hizo desistir al tiempo que subía el sonido de la radio en la que se escuchaba a políticos corruptos hablando de algo llamado esperanza.
En la estación busco un sitio donde sentarse, aun le quedaba una hora para coger el tren de destino, se sentó con su maleta encima suya, y con la mirada errante espero. Anunciaron por megafonía que su tren salía en 10 minutos, eso le hizo dejar a un lado sus pensamientos y concentrarse en lo que se podía contemplar en su alrededor. Observo una pareja que se despedían con un beso cálido y lagrimas, eso le saco una sonrisa extraña, que no percibió hasta pasado unos segundos. Cogió su maleta y se fue para su tren, con el billete en la mano temblorosa y se sentó en el primer sitio que vio en el. No quería dar marcha atrás, no quería causar más dolor que el suyo propio, ellos lo entenderían con el paso del tiempo, ya se lo contaría su madre que simplemente soy un medico capaz de ir a la guerra a ayudar a los heridos, pero era incapaz de curar el dolor que dejaba en su propio hogar, “esperarme” es lo único que dijo cuando el viaje comenzó.